25 de abril de 2011

Tal día como hoy... 25 de abril


17 de abril de 1918. Las fuerzas británicas y belgas establecidas en el norte de Francia junto a la frontera con Bélgica en el sector del Paso de Calais habían acogido con entusiasmo los refuerzos franceses que acaban de llegar. Los alemanes llevan tiempo presionando a conciencia en la zona de Ypres para tratar de alcanzar los puertos septentrionales franceses, algo que no iban a conseguir pues ese día 17 se logra detener finalmente el avance alemán en la línea del río Lys. Tropas belgas lanzan un ataque en esa parte del frente contra posiciones alemanas con apoyo aéreo. Aparatos Hanriot HD1 escoltan los esfuerzos en tierra de la infantería y se lanzan a dificultar las acciones del enemigo. Entre esos pilotos figura un joven de 25 años que llevaba desde 1915 preparándose para poder ponerse a los mandos de un avión de combate y desde 1917 con una frenética actividad buscando su primera victoria. El nombre de ese piloto belga era Willie Coppens, en realidad su nombre completo era Willie Omer François Jean Coppens pero lo dejaremos en el formato con el que ha pasado a la historia. Coppens pronto se topó con un par de globos de observación alemanes lanzándose contra ellos. Tal era su ansia por lograr algún derribo que no le importó carecer en ese momento de balas incendiarias. Alcanzó a ambos globos varias veces pero el no contar con ese tipo de munción ideal para echar a tierra aerostatos permitió, primero, a los ocupantes abandonarlos y ponerse a salvo y, después, que los globos tocados fuesen perdiendo aire de forma suave y lenta, cayendo despacio a suelo y siendo recogidos por los alemanes. No le concedieron ninguno de los dos como victoria, había estado tan cerca...



Pero algo tuvo que sentir el piloto belga en ese momento, algo saltó en su cabeza, que desde entonces se especializaría en ataques a globos convirtiéndose no ya en el mayor as belga de la guerra sino en el mayor derribador de globos enemigos de toda la contienda. Tal fue su obsesión con los globos que, a diferencia del resto de pilotos que alcanzaron numerosos derribos de ellos, de sus 37 victorias totales en la Gran Guerra 35 fueron globos alemanes. Coppens no tuvo que esperar mucho más para apuntarse su primera victoria en la guerra, apenas una semana puesto que el 25 de abril de 1918 svolaba en las proximidades de Sint Yoris buscando un nuevo globo. Quería resarcirse. Esta vez no iba a permitir que se le escapase vivo, en esta ocasión no habría errores ni se daría opción al enemigo. De repente un biplaza germano Rumpler a su flanco y que no lo había localizado. No lo dudó, picó hacia él y se anotó, por fin, su ansiada primera victoria.

Dos semanas después patrullaba la línea de frente entre las localidades de Zarren y Houthulst. Aquel 8 de mayo Coppens sumaría otras dos nuevas victorias y, en esa ocasión sí, a costa de un par de globos, uno en cada localidad. Su suerte había cambiado, podía notarlo y los hechos así lo demostraban. Coppens le cogió el gusto al derribo de globos, se sentía cómodo enfrentándose a ellos. Incluso han quedado recogidas en diario anotaciones en las que se cuenta como el piloto belga se dedicaba a realizar acrobacias junto a los globos enemigos, provocándolos, retándolos. Ciertamente no parece un combate justo y no lo era, pero no podemos tampoco ignorar que los globos solían estar en zona enemiga, acompañados de antiaéreos en tierra y que los tripulantes de observación portaban armas, así como que en cualquier momento podían aparecer aparatos enemigos mientras se andaba centrado en derribar un globo. Coppens lograba ese día sus dos primeros globos recoocidos de un total de 35 como decíamos antes. La otra excepción en sus 37 victorias se trato de un segundo biplaza alemán, en esa ocasión un Hannover CL el 24 de junio de ese mismo año.



El joven Willie Coppens que iniciase la guerra en un cuerpo de granaderos para pasar luego a adiestrarse para piloto primero en Inglaterra y después en Francia, empezó volando misiones en un blipaza Blériot BE2C para pasar el resto de la guerra en los mandos de Hanriot HD1, un monoplaza denostado y maltratado por los propios franceses que lo relegaron frente a otros aparatos pero ensalzado por italianos y belgas, naciones a las que se enviaron e incluso se permitió construir (caso italiano). Ambos países demostrarían que no se había sido justo con el Hanriot y que era un buen avión.

La cruzada particular de Coppens contra los globos de observación enemigos concuiría el 14 de octubre de aquel 1918. Esa mañana iba a conseguir su trigésimo séptima victoria pero a un alto precio. Sobrevolando cielo belga, en las inmediaciones de la localidad de Torhout, se topa con dos globos. Amartilla sus Vickers y maniobra contra el primero de ellos... el globo no tarda en consumirse pasto de las llamas. Coppens vuela hacia el siguiente objetivo y ataca, cuando una de las balas incendiarias le hiere gravemente en la pierna izquierda fracturándole la tibia y alcanzándole la arteria. No obstante, el piloto belga hace de tripas corazón y en semejante estado logra eludir el fuego enemigo y tomar tierra mediante un aterrizaje forzoso. Es trasladado al hospital de campaña con carácter de urgencia pero ya nada pudieron hacer por la pierna, que le fue amputada. Salvó la vida pero a costa de no volver a pilotar en la guerra.



Ningún otro piloto, aliado o de las Potencias Centrales, conseguiría arrebatarle el récord de victorias contra globos, lo que le permitió a su vez convertirse en el as de ases belga en la Gran Guerra puesto que ningún otro compatriota se acercaría siquiera a sus 37 victorias. Los restantes cinco ases belgas de la guerra sumaron entre todos 40 victorias, lo que nos da la medida del éxito de Coppens. Sí es cierto que su fama solo fue eclipsada por el también belga Olieslagers que si bien solo obtuvo seis victorias, muy lejos de las de Coppens, fue muy querido y admirado en uno y otro bando. No en vano realizó medio millar de misiones y participó en un centenar de peleas de perros. Pero de Olieslagers ya hablaré en otra ocasión, hoy rememoramos la primera victoria del mayor as aéreo que dio Bélgica en la Primera Guerra Mundial, Willie Coppens.

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