19 de enero de 2011

Tal día como hoy... 19 de enero

Tal día como hoy se producía el primer ataque aéreo estratégico de la historia. Ocurría en la costa británica y era protagonizado por dos zeppelines alemanes, el L3 y el L4.


Cuando estalla la guerra en el continente, el conde von Zeppelin aún vive, si bien no llegaría a ver el final del conflicto, y puede comprobar la labor que desempeñan sus máquinas empleadas con fines bélicos. Entusiasmado por la aerostática tras su estancia en la Guerra de Secesión estadounidense como agregado militar, no tardó en ponerse manos a la obra en la línea de los dirigibles hasta conseguir ver volar su primer aerostato en julio de 1900 y que iniciaría una exitosa serie de dirigibles que llevarían su apellido. El proyecto iniciado por el visionario alemán tuvo que tirar de fondos propios y colectas privadas hasta el accidente sufrido por el cuarto de sus dirigibles, momento que hizo comprender al gobierno la necesidad de financiar la investigación y el perfeccionamiento de un medio aéreo de gran interés entre la masa social y que tenía muy claras aplicaciones al transporte de personas y mercancías así como de carácter militar.

Establecida la Luftschiffbau Zeppelin, que sería desde entonces la encargada de fabricar los dirigibles, se crea también la Deutsche Luftschifffahrtsgesellschaft como compañía encargada del exitoso negocio del transporte aéreo con dirigibles. Estos aparatos no solo se creaban en Alemania pero, sin duda alguna, los germánicos eran los más destacados y admirados, logrando batir uno tras otro records de tiempo en vuelo y distancias recorridas.

El gran valedor del empleo de los zeppelines como armas aéreas fue Peter Strasser, puesto en 1913 al frente de la Luftschiffertruppe, la unidad de aeronaves creada por Alemania. Strasser apostó por el papel protagonista del zeppelín en la guerra aérea por delante de los aviones. El tiempo demostraría su error pero su fuerte convicción en el potencial de los dirigibles como armas óptimas de ataque y no solo de observación y defensa supuso que el gobierno alemán destinase aún más fondos y modificase el rol de estas enormes máquinas voladoras.


Hay que precisar, cuando decía que el ataque del 19 de enero de 1915 fue llevado a cabo por los zeppelines L3 y L4, que esa numeración no significa que fuesen el tercer y cuarto dirigibles de la compañía destinados a las fuerzas armadas alemanas, ya que estos recibían la denominación LZ seguido del pertinente número (LZ1, LZ2, LZ3…) y cuando uno de estos era trasladado a servicio naval, como es el caso del ataque de la efemérides que relato, se les cambiaba el nombre al de L seguido del número. Por lo tanto el L3 y el L4 fueron el tercer y cuarto zeppelines trasladados del servicio en el Ejército a un servicio en la Marina alemana. Originalmente eran LZ24 y LZ27 respectivamente.

Al comenzar la guerra Alemania dispone de siete zeppelines, asignando cuatro al frente occidental y tres al oriental. Los enviados al oeste fueron enviados casi de inmediato a bombardear objetivos en suelo francés a plena luz del día con el resultado de tres de los cuatro aparatos destruidos. El mensaje fue rápidamente captado por los mandos alemanes, desde entonces atacarían cuando el Sol comenzase a esconderse por el horizonte. Pero no iba a ser al servicio del Ejército donde tendría lugar el primer bombardeo que tiene por objeto esta entrada, sino mediante zeppelines navales. La Marina alemana no estaba por la labor a finales de 1914 de arriesgarse a atacar la costa británica sabedora de la superioridad de la Royal Navy, por eso se llegó a la conclusión de que emplear zeppelines podría funcionar y, al menos, no tendría efectos perjudiciales para la salvaguarda de buques de la Kaiserliche Marine.

Dicho y hecho, se preparó así la primera misión de bombardeo aéreo estratégico de la historia, parece ser que incluso con la activa participación original del propio Kaiser Guillermo, para el día 13 de enero de 1915 pero el mal tiempo obligó a abortarla siendo retomada, finalmente, el día 19 de ese mismo mes. El L3 y el L4 volaron juntos para cruzar el Canal de La Mancha y llegar a territorio británico. A favor de ambos dirigibles su desplazamiento silencioso en comparación con los aviones y el hacerlo a unas horas que permitían el pasar desapercibidos a pesar de su tamaño. No olvidemos que cada uno de estos dos zeppelines, sin ser de los más grandes, medía 158 metros de largo. A su favor, además, la mayor autonomía de vuelo con respecto a los aviones. 


Una vez alcanzada la costa británica, ambos zeppelines se separaron. El L3 viró hacia el sur para atacar la población de Great Yarmouth mientras el L4 se internaba hacia el noroeste por la costa de Norfolk atacando varias poblaciones como Sheringham y King’s Lynn. Se lanzaron dos docenas de bombas de 50 kilogramos y media docena de bombas incendiarias de 3 kilogramos. El resultado tuvo que ser sorprendente y no por el balance de cuatro muertos y dieciséis heridos o lo destruido sino por el efecto causado. Pensemos que esas personas jamás habían sido bombardeadas, las explosiones se sucedían y no sabían ni cual era su origen ni lo que estaba sucediendo. Las escenas de pánico tuvieron que ser tremendas. Con los datos fríos no se puede decir que los zeppelines influyesen mucho en la guerra pero su influencia, como digo, no hay que cuantificarla en personas fallecidas o bienes materiales destruidos sino en el efecto psicológico que tuvieron los ataques de zeppelín sobre la población civil, psicosis que el gobierno británico supo aprovechar hábilmente a su favor para aumentar las listas de reclutamiento.

Desde entonces y durante más de dos años los zeppelines fueron empleados para bombardear poblaciones británicas con especial saña para con la capital, Londres a partir de mayo de 1915 en más de medio centenar de misiones y con un balance total de más de 500 víctimas mortales.

Para que quien lo desee pueda informarse mejor y más cómodamente acerca de este primer ataque aéreo con zeppelines, he añadido en la sección de vídeos el documental  de la BBC titulado El primer Blitz, que trata precisamente esta cuestión y a los zeppelines durante la Gran Guerra.

0 aportaciones:

Publicar un comentario